Miles de personas se manifiestan en defensa de la universidad pública madrileña: «Hay un plan para destruirla»
La comunidad universitaria ha mostrado su rechazo a las políticas educativas del Gobierno liderado por Ayuso tras dos jornadas de paros que han sido un “éxito” según los convocantes, que no descartan una huelga general educativa indefinida si la situación no cambia
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Revertir la infrafinanciación a la que están sometidas las seis universidades públicas de la Comunidad de Madrid y mostrar su oposición a la Ley de Enseñanzas Superiores, Universidad y Ciencia (LESUC). Esos han sido los dos principales motivos de la convocatoria de huelga que han movilizado a la comunidad universitaria y que ayer y hoy han dejado pasillos y aulas vacías en las facultades. Este jueves, a partir de las 18.00 horas, una manifestación encabezada por una pancarta que rezaba “Universidad pública” ha puesto el broche final a dos jornadas de protestas en las que profesorado y alumnado han vuelto a sacar músculo por el centro de la capital.
Con este paro convocado por CCOO, UGT, CNT y CGT, aunque promovido desde las diversas asambleas de las universidades, la comunidad universitaria ha mostrado su descontento ante la política educativa del Gobierno liderado por Isabel Díaz Ayuso de la mano del consejero de Educación Emilio Viciana. Mientras el frío atenazaba a los manifestantes y la noche caía en la capital, las voces de 55.000 personas, según los convocantes, se han desgañitado durante todo el recorrido coreando soflamas como “sin financiación no hay investigación”, “fuera empresas de la universidad” y “si somos el futuro, por qué nos dan dos duros”.
La portavoz de CGT Universidad, María Eugenia Ruiz, ha tildado de “éxito” los paros mientras que ha criticado la postura de los rectores: “Ayer mismo, en una jornada de huelga en defensa de la universidad pública, firmaron un acuerdo con universidades privadas. Ahora mismo son una correa de transmisión de las políticas privatizadoras”, ha comentado cuando la movilización subía sus primeros metros por la calle Atocha.
Lo sucedido en la jornada de ayer supone un punto de inflexión, tal y como lo ha catalogado la también ayudante doctora en la Universidad Complutense de Madrid (UCM). “O estás con Ayuso y sus recortes, o con la comunidad educativa defendiendo la universidad pública”, ha aseverado tajante. Ruiz también se ha referido a la LESUC como “una estrategia más para asfixiar lo público mientras se favorece lo privado” antes de asegurar que si el borrador de la ley no cambia, no descartan convocar una huelga general.
Vaciar la pública, engrosar la privada
Bajo la iluminación navideña que decora las calles del centro madrileño, Ana ha ejemplificado cómo se viven los recortes dentro de los campus. “No tenemos ni para tóner de tinta”, ha comentado esta administrativa de la UCM. Ha asegurado que, por el momento, no teme por su puesto de trabajo, pero sí por la educación pública, “la base de la igualdad en la sociedad”.
Cerca de ella estaba Juan, ingeniero del sector de las telecomunicaciones que hace dos años se graduó en la Universidad Rey Juan Carlos: “Si la educación pública no funciona, la sociedad colapsará”, ha vaticinado mientras alrededor de él los manifestantes coreaban “nada, nada, para la privada”.
Miles de personas se manifiestan en Madrid en defensa de la universidad pública.
Otro de los manifestantes que esta tarde ha protestado en el centro de Madrid es Jesús Escribano, secretario de Universidad de la Federación de Enseñanza de CCOO en la Comunidad de Madrid: “Estamos aquí porque llevamos muchos años sufriendo una importante infrafinanciación en la universidad pública. La Comunidad de Madrid es la región que menos destina de su PIB por alumno”, ha criticado cuando la movilización se acercaba a Antón Martín.
Mientras que la universidad pública madrileña va a la huelga para reclamar mayor financiación por parte del Ejecutivo regional, el número de universidades privadas ya se acerca a la quincena, frente a las seis públicas. “Facilitan la instalación de cualquier entidad privada sin control, aunque los informes sean desfavorables, incluso reconociendo la Comunidad de Madrid que no cumplen con los requisitos de plantilla o proyecto económico”, ha desarrollado el mismo Escribano.
Javier Becerra, secretario del sector de Enseñanza en la Federación de Servicios Públicos de UGT Madrid, ha afirmado que “la universidad pública vive asfixiada desde hace 15 años con una financiación insuficiente que desemboca principalmente en una serie de recortes e incluso centros que se ven obligados a pedir préstamos para sobrevivir”. Estas palabras del ugetista se refieren a la UCM, que ha tenido que recurrir al crédito de la propia Comunidad de Madrid para poder hacer frente a los gastos y al pago de las nóminas de su personal.
La calle se quedaba angosta para el raudal de manifestantes que transitaba por ella cuando Lucía Cano ha denunciado su situación como doctoranda en la UCM: “El Ministerio ha dado un dinero a la Universidad que se supone no puede tocar para pagar la investigación y mi salario, pero lo han utilizado en otras partidas”. Ella, que tiene 27 años e investiga en el campo de la biología, también ha criticado que su primer año de tesis cobre 1.088 euros, una cantidad que solo en el cuarto año llegará a los 1.600 euros.
A su lado estaba David Notario, huelguista primerizo en una movilización estudiantil. Estudia un máster del CSIC con la Universidad Internacional Menéndez Pelayo: “Querría comenzar después el doctorado, pero con estas condiciones se plantea el futuro muy complicado”, ha relatado a elDiario.es.
“Estamos gestionando la miseria”
La situación también se torna preocupante para Pilar, Isabel y Elena, ambas integrantes del personal de atención y servicios de la Universidad Autónoma. “Estamos gestionando la miseria. La universidad es el futuro. Si recortamos ahí, ¿qué nos espera?”, se ha preguntado la primera de ellas. Estas funcionarias han incidido en el “lamentable” estado de las infraestructuras universitarias mientras han criticado que “la pareja de un señor que defrauda a Hacienda está gestionando nuestros impuestos”, en referencia a González Amador.
Ana Iglesias, profesora desde hace 25 años en el grado de informática en la UC3M, ha reiterado que hay que salir a la calle a denunciar la situación que atraviesan los centros públicos: “Estoy aquí como madre, tengo tres hijos y están asfixiando la universidad”. Carlos Martínez es profesor en la facultad de Sociología y Ciencias Políticas de la UCM y lleva más de una década enseñando en España: “Hay un plan para destruir todo lo público, mis alumnos no pueden pagar la privada”.
Alejandra Muñoz, estudiante Trabajo Social UCM.
Lucio García tiene 78 años y vive en Alicante:“He venido a ver a mi hija a Madrid, y esta tarde tenía que estar aquí”. Le acompañan su mujer y su hija, Salvia García, que es técnico de laboratorio en la Universidad Politécnica, donde trabaja desde hace cuatro años: “Hay que defender la pública porque es el único ascensor social”. García insiste en que se “necesita más personal” en la universidad en la que trabaja y recalca el hartazgo generalizado ante el argumento de “que no hay dinero”.
Alejandra Muñoz (20 años) y David Rodríguez (21 años) estudian en la UCM y no han dudado en sumarse a la protesta: “Tendría que estar en mi casa estudiando esta tarde, pero hay que estar aquí”, cuenta Muñoz. Rodríguez es estudiante en último curso del grado de Biología, y desde ayer se está manifestando: “Tenemos problemas con las prácticas y los laboratorios, no hay financiación”. El decano de su facultad, Benito Muñoz, acompaña a los estudiantes: “Esperamos que la manifestación cambie las cosas, que nos oiga la Comunidad”, expresa el decano.
Falta de mecanismos democráticos de gobernanza
Javier Rueda, investigador de la UCM e integrante de la sección sindical de la CNT, ha expuesto cuando la manifestación alcanzaba la plaza de Jacinto Benavente que “nos enfrentamos a una privatización de la universidad pública sin ningún disimulo por la vía de la financiación mientras faltan mecanismos de gobernanza universitaria realmente públicos y democráticos”.
La huelga de este miércoles y jueves y las diversas movilizaciones que la han acompañado no han conseguido un gran cambio de postura por parte de la Consejería de Educación, liderada por Emilio Viciana. “No tenemos mucha comunicación. Han accedido a aumentar la financiación, pero aquí lo importante es ver los porcentajes, y siguen siendo muy insuficientes”, ha indicado el responsable de Universidad en CCOO.
Rueda, militante de CNT, ha denunciado que el departamento liderado por Viciana pasará su rodillo por la tramitación de la LESUC. “Esperemos que esta huelga sirva para que incluso esta Consejería tan reaccionaria y recalcitrante escuche algo más a la gente”, ha deseado. Ese es un deseo que se ha dejado entrever a lo largo de la protesta con cánticos directos hacia la presidenta autonómica. Algunos de los más repetidos han sido “Ayuso, escucha, la uni está en lucha”, “Ayuso, payasa, paga tú las tasas” y “Ayuso, cobarde, la uni está que arde”.
Miles de personas se manifiestan en Madrid en defensa de la universidad pública.
Una protesta de la clase trabajadora
En torno a las 19.30 horas, la cabecera de la manifestación ha arribado a la Puerta del Sol, donde se ubica la sede del Gobierno de la Comunidad de Madrid. En el kilómetro cero madrileño y a escasos metros de un gigantesco árbol de Navidad, tres integrantes de la comunidad universitaria han enarbolado sus demandas ante los presentes minutos después.
Por parte del personal de administración y servicios, Sata ha expuesto que “venimos a recordar nuestras exigencias, exigencias de la clase trabajadora que responden a la necesidad de un modelo de universidad completamente público, accesible y de calidad, que no sea asfixiado sistemáticamente por los intereses privados y mercantiles como lleva ocurriendo durante años en la educación pública en Madrid”.
Por parte del personal técnico, de gestión y de administración y servicios, Cristina se ha dirigido al Ejecutivo liderado por Pedro Sánchez: “Al Gobierno central le queremos decir que no vamos a olvidar cómo instrumentaliza el movimiento en su batalla política con el gobierno de la Comunidad de Madrid”. Además, ha tildado de “miseria” los presupuestos estatales destinados a educación, investigación y producción científica. “A la clase trabajadora y a sus hijos e hijas les queremos decir que este, el de la huelga, el de la organización y el de la lucha, es el único camino que tenemos para hacer valer nuestros intereses frente a la educación del empresario”, ha añadido.
Por último, Andrés ha tomado la palabra como estudiante universitario madrileño, que ha recordado a las educadoras y docentes de las otras etapas educativas, “que sufren igual que nosotras el desmantelamiento de la educación pública”, ha afirmado antes de recordar a “las familias que sufren cada día la incertidumbre de saber cuál será el futuro de la educación de sus hijas e hijos”. Para finalizar, el estudiante ha asegurado que “no vamos a parar hasta que se paralice la tramitación de la LESUC y se dé una financiación adecuada para un servicio público de calidad”.
Miles de personas se manifiestan en Madrid en defensa de la universidad pública.