La indignación interna con Ferraz por el ‘caso Salazar’ recorre las federaciones del PSOE

La indignación interna con Ferraz por el ‘caso Salazar’ recorre las federaciones del PSOE

Las secretarias regionales de Igualdad fuerzan una reunión de urgencia con Pilar Bernabé para exigirle explicaciones sobre el procedimiento que se siguió con las denuncias contra Salazar y que, cinco meses después, se admiten ahora a trámite después de la información publicada por elDiario.es

El PSOE contacta ahora con las mujeres que denunciaron a Paco Salazar para iniciar la investigación interna

La indignación interna por el escándalo sobre el exasesor de Moncloa Francisco Salazar se extiende como un reguero de pólvora por las federaciones socialistas y amenaza ya con provocar un incendio político en Ferraz. Pese a los intentos de la dirección federal por rebajar el asunto, cada paso dado por el partido desde que elDiario.es revelase que dos denuncias por acoso sexual con el exasesor de Moncloa habían sido ignoradas por el partido no ha hecho más que empeorar las cosas. Por eso, muchos son los dirigentes que demandan explicaciones a los responsables del partido que debían haber investigado esas denuncias.

“Esto no se puede zanjar como si no hubiera pasado nada. Queremos que nos expliquen qué ha pasado, qué se hizo y hasta dónde estamos dispuestos a llegar en este asunto que mancilla las siglas de un partido que lleva a gala la bandera del feminismo”, se queja un alto cargo del PSOE de Andalucía. En pleno escándalo, y ante cada vez un mayor número de voces críticas, la secretaria de Igualdad del PSOE, Pilar Bernabé, convocó de urgencia a las responsables de esta cartera orgánica en las federaciones socialistas a una cita telemática este miércoles por la noche.

Lo cierto es que ella recogió el guante a demanda de las responsables de Igualdad de las diferentes federaciones, que en un chat interno que comparten en WhatsApp le demandaron todo tipo de explicaciones sobre el escándalo que el partido había tratado de ocultar y el motivo por el que las denuncias se volatilizaron del canal antiacoso. Hubo durante 48 horas una avalancha de peticiones de información e indignación compartida. “No es entendible que digan primero que una vez dado de baja como militante, la investigación sobre Salazar no podía seguir adelante y, más tarde sostener aunque ya no sea afiliado, el expediente seguirá su curso”, le reprocharon. 

Bernabé respondió en ese chat que, jurídicamente no se puede hacer nada retomando así la primera explicación que desde Ferraz dieron a elDiario.es el pasado viernes cuando se preguntó por la desaparición de las denuncias. Y la pregunta que le plantearon acto seguido fue cuál será el proceso cuando vuelva a haber una denuncia y el compañero afectado renuncie a la afiliación. “Para eso no se necesita protocolo alguno”, terció otra de las responsables territoriales.

La secretaria federal de Igualdad, que en estos cinco meses tampoco se interesó por el desarrollo de la investigación interna que como se ha demostrado nunca se llevó a cabo, pidió perdón públicamente el miércoles y ahora parece decidida a ponerse al frente de las pesquisas, después del desinterés que durante tantos meses ha existido en el ámbito de la comisión contra el acoso, en el de la secretaría de Organización y en su propia área organizativa. “Que el sistema no ha funcionado es una evidencia que no se puede negar a estas alturas y que tendremos que pagar una penitencia por ello, también”, concluyen desde la dirección socialista.

La dirigencia que no habita entre los muros de la calle Ferraz y la Moncloa, además de interpelar a la responsable de Organización, Rebeca Torró, apunta también a la vicepresidenta primera, vicesecretaria general del PSOE y líder de los socialistas andaluces, María Jesús Montero, en tanto en cuanto el exasesor del presidente militaba en su agrupación y trabajó durante años codo con codo con la también ministra de Hacienda. “Salazar ha estado protegido todos estos meses por la dirección andaluza, con cuyos integrantes mantiene una relación constante y fluida”, lamenta otro dirigente.

Este miércoles, en público, María Jesús Montero afirmó que las víctimas contarán con todo su apoyo y el del PSOE, pero el pasado julio se dirigió a algunas mujeres de su propio partido para acusarlas de “querer destrozar la vida a los compañeros” y de “respaldar a quienes quieren acabar con el PSOE”, según han relatado algunas de las interpeladas. Tampoco es casualidad que en la dirección andaluza Montero tenga como secretario de Organización a Francisco Rodríguez, a quien se considera hijo político de Salazar e íntimo amigo del hombre denunciado. O que el propio Rodríguez, que es además alcalde de Dos Hermanas (Sevilla), fuera el pasado mes de julio el primero en salir en defensa de Salazar. “Por mi amigo pongo la mano en el fuego”, afirmó rotundo antes de dudar de los testimonios de las víctimas.

Desde la Moncloa ahora sí lamentan que el partido no haya estado a la altura y sospechan que desde Ferraz “se ha ocultado información al presidente del Gobierno”. Así lo cree una de las personas más cercanas a Pedro Sánchez, quien asegura que cuando el secretario general del PSOE leyó en elDiario.es los escritos de las denunciantes “no tuvo ninguna duda de la trascendencia del asunto” y demandó a Torró las explicaciones por las que durante cinco meses no se había interesado.

Directo al corazón del electorado progresista

La sensación en otros ámbitos del PSOE es que, conocido el alcance del escándalo, Moncloa y PSOE tratan de responsabilizarse mutuamente de lo ocurrido, pero lo cierto es que pocas dudas hay de que quienes habitan en el complejo presidencial y quienes lo hacen en Ferraz son los mismos y que tienen complicado desdoblarse de sus funciones para sacudirse la responsabilidad de su más que evidente inacción. “Este asunto nos daña al mismo nivel que la entrada en prisión de Santos Cerdán porque el escándalo va directo al corazón de las mujeres del electorado progresista, que en buena medida nos dio la victoria de 2023”, reconoce un dirigente del partido.

Tras haber dicho el pasado lunes que el partido actuó con diligencia ante el caso, la ministra de Igualdad, Ana Redondo, tachó este miércoles de “asquerosos y deleznables” los comentarios del exmilitante socialista y exasesor Francisco Salazar vertidos contra mujeres que trabajaban para él y que denunciaron comportamientos inadecuados en los canales internos de Ferraz. También pidió que su organización sea “mucho más rigurosa” en la selección de cargos orgánicos. Entre las mujeres feministas advierten a la organización que el PSOE no está midiendo el profundo malestar que recorre al partido con este asunto.

Lo que al PSOE no le resultó posible en cinco meses, ha sido capaz de llevarlo a cabo en apenas 48 horas. Justo ese es el tiempo transcurrido entre la información publicada por este periódico y la decisión del partido, ahora sí, de ponerse a disposición de las víctimas. Tras la publicación de la desaparición de dos denuncias por acoso sexual contra Francisco Salazar en el canal interno del partido y del carpetazo a la investigación, las dos mujeres denunciantes fueron contactadas por Ferraz este martes por ese canal interno para poner en marcha la tramitación que estipula el protocolo antiacoso de los socialistas.

Las dos denunciantes confirman a este periódico que recibieron sendas notificaciones que certifican ahora que sus escritos han sido admitidos a trámite. Y que, por tanto, la investigación echa a andar después de casi medio año de no haber obtenido respuesta alguna. Tal y como adelantó en exclusiva este periódico, las denuncias datan del 8 y del 28 de julio, respectivamente, y llegaron a desaparecer del sistema informático del PSOE durante varias semanas.

Aunque Ferraz había intentado justificar con todo tipo de argumentos que la investigación interna haya sido cortocircuitada desde que se interpusieron las denuncias, ahora la propia actuación del partido desde que elDiario.es diera cuenta de este caso desautoriza ese enrevesado argumentario. Primero fue que no existían denuncias, luego que el anonimato dificultaba mucho la investigación, después que el sistema informático se había “ofuscado” y, finalmente, que la baja de militancia de Salazar hacía inútil indagar más. Pero todo eso ha cambiado en tan solo dos días.

“Estamos a tu disposición para todo aquello que necesites, quieras emprender o quieras consultar”, reza la comunicación recibida este martes por una de las denunciantes después de que durante cinco meses nadie del Partido haya contactado con ella para instruir el caso. “La tramitación de tu comunicación continúa, y cuando se concluya emitiendo el correspondiente informe final, te será comunicado”, dice la notificación recibida.

También a lo largo del martes fue contactada la denunciante que registró de manera formal su escrito en el canal interno del PSOE el 28 de julio. A ella, que denunciaba entre otras cosas que Salazar “se subía la bragueta en tu cara y escenificaba felaciones”, ni siquiera llegaron jamás a darle acuse de recibo de su comunicación. Y su denuncia también desapareció del sistema. Tan solo después de hacer pública su situación a través de este periódico, ha conseguido respuesta de su partido, al que en su escrito llegó a pedir ayuda por estar sometida a un ambiente laboral “irrespirable”.

A esta segunda denunciante el partido le ha comunicado que su escrito, registrado el 28 de julio, ahora sí fue recepcionado, una confirmación para la que ha tenido que esperar cinco meses. Y al igual que en el caso de su compañera, el PSOE se pone a su disposición para lo que necesite y le traslada que la mantendrá informada del procedimiento.