El PSOE no prevé trasladar a la Fiscalía el caso Salazar y busca una solución de urgencia con la que zanjarlo

El PSOE no tiene previsto remitir a la Fiscalía el “caso Salazar”, pese a las reiteradas demandas de algunas de las secretarias de Igualdad de diferentes territorios. La dirección federal entiende que precisaría para ello autorización de las denunciantes, cuya identidad se desconoce, una explicación que no convence a algunas feministas del partido, que sí creen que “habiendo indicios serios de un posible delito de acoso sexual y abuso de poder”, el Ministerio Fiscal puede actuar de oficio o a instancia de parte, que en este caso sería el partido.

No lo creen así en la calle Ferraz, que ahora busca una solución de urgencia para acabar con el procedimiento reactivado después de que elDiario.es sacara a la luz la desaparición de las denuncias presentadas por dos víctimas del que fuera asesor de Pedro Sánchez en Moncloa y miembro de la Ejecutiva Federal. Es más, instan a sus dirigentes a mantener la prudencia en sus declaraciones públicas y a “no opinar gratuitamente” hasta que se conozca el resultado final de la investigación.

Especial malestar han causado las declaraciones de la delegada del Gobierno en Asturias, Adriana Lastra, que este jueves, como otras socialistas, volvió a reiterar que “la comisión ejecutiva federal, en el momento en que acabe los trabajos, ponga los hechos en conocimiento de la Fiscalía de manera inmediata”. “Porque estamos hablando”, añadió, “de violencia contra las mujeres”.

Además de contra Rebeca Torró, secretaria de Organización y contra Pilar Bernabé, secretaria federal de Igualdad, las feministas del partido apuntan también contra María Jesús Montero por ser la líder del socialismo andaluz, donde Salazar ha mantenido sus anclajes a través del secretario de Organización del PSOE-A, Francisco Rodríguez. Precisamente Montero y Rodríguez fueron los primeros que pusieron en duda las denuncias y pusieron en valor la decisión de su correligionario de dar un paso atrás y renunciar a su cargo en el partido.

La vicesecretaria general de los socialistas andaluces, que ahora ofrece protección a las víctimas y rechaza las actitudes machistas, llegó a achacar la caída de Salazar a “informaciones imprecisas”. Preguntada por alguna posible relación contractual o laboral del PSOE de Andalucía con Salazar, Montero ha rechazado este jueves cualquier tipo de vínculo con “esa persona”. En su mitin de arranque de campaña en Extremadura, el presidente del Gobierno no hizo mención alguna al caso ni siquiera de manera velada como respuesta a la indignación de las mujeres de su partido.

El sistema solo “se ofuscó” con el ex asesor de Moncloa

Y es que en mitad del escándalo de Francisco Salazar, al Partido Socialista le ha estallado el caso del líder del PSOE de Torremolinos, Antonio Navarro. La Fiscalía investiga la denuncia contra él por presunto acoso sexual de una militante que ha aportado mensajes “de contenido sexual, insinuaciones y proposiciones no deseadas ni consentidas”. Antes de dar ese paso, la mujer había trasladado la denuncia a su partido mediante el canal interno antiacoso. Y, a diferencia de las denunciantes de Paco Salazar, en su caso la investigación sí se llevó a cabo.

Con el testimonio de Torremolinos no existió ni la “ofuscación del sistema” que hizo desaparecer las denuncias contra el ex alto cargo de Moncloa ni pasaron cinco meses sin tramitarse. El propio Partido Socialista admite que el trámite del órgano antiacoso estaba activo desde “hace tiempo” y que ya había avanzado hasta el punto de que se había “visto” a las partes y les había permitido registrar alegaciones.

En el PSOE explican, de hecho, que esa investigación interna había llegado prácticamente hasta el final y que solo estaba a expensas del dictamen definitivo. Pero que la mujer militante decidió acudir a la Fiscalía a interponer su denuncia por acoso sexual antes de esperar la resolución de su partido. Un caso que, más allá de la gravedad de los hechos, demuestra que la comisión antiacoso sí actuó en este caso que conoció a través del mismo canal que usaron las mujeres que denunciaron a Paco Salazar sin que recibieran siquiera notificación de que sus escritos, que llegaron a desaparecer del sistema, hubieran sido admitidos a trámite.

La denuncia ha sido derivada a la sección de Violencia sobre la Mujer de la Fiscalía de Málaga, que investigará el caso, y la dirección provincial del PSOE ha emitido un comunicado anunciando que “los hechos denunciados están siendo objeto de examen e investigación por el Órgano contra el Acoso nombrado por ejecutiva federal del partido”. “Si la Fiscalía abriese diligencias, esta dirección provincial formularía a la Comisión Ejecutiva Federal la solicitud de suspensión cautelar de militancia de acuerdo a nuestros Estatutos y Reglamento”, reza el escrito.

La militante socialista ha adjuntado en su denuncia mensajes de WhatsApp de Navarro que se remontan a 2021, conversaciones sobre temas de política municipal, donde se intercalan comentarios sexuales por parte del diputado, según ha adelantado el diario Sur.

Algunos de los mensajes de Navarro reproducidos por el diario son estos: “No me esquives, que te quiero meter ficha”; “Yo sé cómo quitarte el dolor de cabeza”; “Lo a gusto que estaríamos ahora con una copa de vino y un sofá”; “Estás muy buena”; “¿Ese escote lo has tenido siempre?”; “Aunque te pusieras cuello vuelto ibas a estar igual de buena”. La mujer ha presentado las conversaciones completas que intercambia con el líder del PSOE de Torremolinos, donde él insiste con estos comentarios sexuales, mientras ella trata de volver una y otra vez a una charla sobre asuntos municipales.