Mazón, la verdad acojona

Mazón, la verdad acojona

Valencia estaba en manos de una pandilla de frívolos e incompetentes ante la peor dana de su historia. Tenían la información y la ignoraron porque no saben y porque no les importaba

“Cojonudo”: la respuesta de Mazón a Pradas cuando la consellera le habla de su preocupación por el barranco del Poyo antes de irse a comer a El Ventorro

La lógica implacable de la investigación penal siempre acaba empujando la verdad hacia la superficie. Conforme se hace más tangible la posibilidad del reproche y el castigo penal, la lealtad se rompe, la amistad se desvanece y la versión acordada se deshace como arena en la marea. Salomé Pradas no es inocente. Pero no es la única culpable y no está dispuesta a ser ni el chivo expiatorio ni la mala oficial. Entregar sus mensajes es la primera cosa decente que hace desde el día de la tragedia.

Los mensajes que les cuenta elDiario.es confirman lo que ya sabíamos y confirman lo mucho que nos temíamos. El peor escenario posible se ha hecho incontestable realidad. La cronología va cerrando un relato más horroroso con cada nueva noticia.

Valencia estaba en manos de una pandilla de frívolos e incompetentes ante la peor dana de su historia. Tenían la información y la ignoraron porque no saben y porque no les importaba. Los técnicos les dijeron lo que había que hacer y ni les hicieron caso ni les importó. Incompetencia, negligencia y abandono de consecuencias políticas aún pendientes de pagar y consecuencias penales que deberá dilucidar la ejemplar instrucción de la jueza de Catarroja.

Los servicios estaban preparados para enfrentarse a la catástrofe. Ellos, los jefes políticos, no. Esa es la verdad. Carlos Mazón estaba a comer bien y a disfrutar de la sobremesa cojonuda. Su jefe de gabinete estaba a controlar los daños políticos y que no le fueran a decir que confinaba a la gente. Salomé Pradas estaba a que alguien le dijera lo que tenía que hacer.

Tres incompetentes en busca de un destino trágico y brutal para los únicos que sabían lo que estaba pasando y se enfrentaron a ello mientras quienes debían ayudarles se mandaban whatsapps con el contenido y el nivel de un grupo de adolescentes bobos: las víctimas abandonadas a su suerte.

Fallaron todos las administraciones dice el nuevo presidente, Pérez Llorca, No, fallaron ustedes y usted ha sido y es cómplice y encubridor político de todas las mentiras que nos han intentado colar para tapar su irresponsabilidad criminal.

El plus que va a cobrarse Carlos Mazón por no hacer nada en las Cortes valencianas, las 630 monedas de plata no son una simple paga por los servicios no prestados. Son sobre todo la última barrera que le protege de sentarse en un banquillo. También son la recompensa para que se haga a un lado y ni el PP ni Feijóo tengan que exponerse a unas elecciones en Valencia que nadie sabe cómo acabarán. Todo cojonudo, Alberto.