La provincia aragonesa que ha sido elegida como mejor destino de aventura del mundo y tres actividades para comprobar por qué
Una territorio donde los paisajes montañosos y los entornos naturales permiten vivir experiencias de aventura estructuradas, seguras y adaptadas a distintos niveles
La escapada invernal por excelencia: a las puertas del Pirineo aragonés, rodeada de naturaleza y repleta de patrimonio cultural
La provincia de Huesca ha sido reconocida internacionalmente tras recibir el título de Mejor Destino de Aventura del Mundo en los World Travel Awards 2025, un galardón que la coloca por delante de otros territorios con tradición en turismo activo. El reconocimiento se otorga tras un proceso de votación global en el que participaron más de 950.000 personas, con alcance en redes sociales de millones de usuarios en distintas regiones del planeta.
Huesca se caracteriza por su diversidad geográfica, que combina los Pirineos al norte con los valles y cañones de la Sierra de Guara al sur. Esta variedad de paisajes permite la práctica de distintas disciplinas deportivas en entornos naturales diferenciados, desde ríos y barrancos hasta picos de gran altitud. La provincia ha desarrollado rutas e infraestructuras específicas para garantizar el acceso seguro a estas actividades y para fomentar la participación tanto de turistas nacionales como internacionales, consolidando una oferta turística especializada en deporte y aventura.
Tirolina en Fiscal
En la localidad de Fiscal se encuentra una tirolina que destaca por la velocidad y longitud de su recorrido, cruzando parte del paisaje montañoso del Pirineo aragonés. La estructura permite a los participantes desplazarse sobre un tramo de aproximadamente dos kilómetros, descendiendo más de 400 metros de desnivel, y ofrece una vista panorámica del Parque de Ordesa y Monte Perdido desde el aire. La instalación se sitúa entre las más rápidas del mundo, con registros que alcanzan los 160 km/h.
La actividad se realiza con grupos limitados o de forma individual, siempre con arneses y supervisión especializada para garantizar la seguridad. La experiencia combina el recorrido aéreo con la observación del entorno natural y forma parte de un conjunto de opciones de turismo activo en la zona, que incluye rutas de montaña y senderos señalizados, permitiendo a los visitantes organizar jornadas que integren varias actividades de aventura.
Parapente en Castejón de Sos
Castejón de Sos se ha consolidado como un punto de referencia para el parapente en la provincia de Huesca. Los vuelos se realizan siempre en compañía de pilotos certificados y en modalidad biplaza, lo que permite que incluso quienes no tienen experiencia puedan sobrevolar valles, ríos y poblaciones cercanas con seguridad. La localidad cuenta con una escuela de formación que ofrece cursos y experiencias dirigidas a distintos niveles de habilidad.
Castejón de Sos, uno de los mejores lugares para la práctica del parapente.
Durante los recorridos, los participantes pueden observar el Valle de Benasque y el río Ésera desde alturas que superan los mil metros de desnivel, además de cruzar pequeñas localidades y explorar la geografía del entorno desde una perspectiva aérea. La infraestructura del lugar incluye áreas de despegue y aterrizaje señalizadas, junto con protocolos de seguridad y personal especializado, garantizando que la actividad se realice de manera organizada y controlada.
Estaciones de esquí
La provincia de Huesca dispone de diversas estaciones de esquí que permiten la práctica de deportes de invierno en distintos niveles, desde principiantes hasta expertos. Entre ellas se encuentran Cerler, Panticosa, Formigal, Candanchú y Astún, con pistas preparadas, remontes y servicios de mantenimiento, ofreciendo entornos seguros y organizados para la práctica del esquí.
Estas instalaciones cubren circuitos variados y altitudes que permiten mantener la nieve durante toda la temporada. Además del esquí alpino y de fondo, las estaciones ofrecen opciones complementarias, como rutas de senderismo con raquetas, ampliando la propuesta de turismo activo durante el invierno y permitiendo que los visitantes disfruten de experiencias en la montaña más allá de las pistas de nieve.