El jengibre, el agua o no picar entre horas: los trucos de la dentista Janira Sánchez para mitigar la halitosis

La halitosis es un problema de mal aliento bastante común, que en la mayoría de casos tiene solución. Aunque no tiene repercusiones importantes en la salud, sí puede ser incómodo y generar complejos en quien lo padece. 

“La causa principal son las bacterias que se quedan sobre todo entre los dientes, en las encías y la lengua, que descomponen los alimentos generando compuestos sulfurosos malolientes”, asegura la doctora Janira Sánchez, directora clínica y ortodoncista. 

Por tanto, Sánchez señala que la mejor forma de evitarlo es una completa y rutinaria higiene bucal: “Cepillando los dientes y la lengua después de cada comida y pasando la seda dental o cepillo interdental al menos una vez al día”.

La experta diferencia además la halitosis de un mal aliento puntual que “suele estar relacionado con el consumo de alimentos concretos que dan mal olor, como por ejemplo el ajo y la cebolla, y mejora espontáneamente con el paso de las horas”. Por lo que la halitosis estaría ligada a una persistencia del mal olor, sin relación con las comidas. 

Cómo identificar el origen de la halitosis

Para poder conocer con seguridad el origen de la halitosis, si se debe a una mala higiene bucal o puede estar ligada a problemas digestivos y otras afecciones, la experta recomienda hacer “una revisión completa en el dentista, que descarte la presencia de caries y enfermedad en las encías”.  

“No hay nada mejor que eliminar las bacterias con una buena rutina de higiene”, insiste Sánchez para eliminar el mal olor de la boca. Pero además de los cuidados diarios y la higiene, existen algunos remedios caseros que pueden mitigar el mal aliento si persiste, la experta recomienda: 

La halitosis también puede deberse a la sequedad bucal y beber agua ayuda a mantener la humedad natural de la boca y a la producción de saliva. Además, puede funcionar como limpiadora ante posibles residuos.

Por el mismo motivo, respirar por la nariz y mantener la boca más cerrada también evita la sequedad y una producción de saliva más equilibrada. 

El té es rico en antioxidantes con propiedades antimicrobianas, por lo que ayuda a reducir la cantidad de bacterias en la boca, así como la concentración de sustancias causantes de mal olor como compuestos sulfurosos. Además, también ayuda a la hidratación. El caso del jengibre es similar, ya que el gingerol que contiene también actúa contra compuestos sulfurosos malolientes. 

Como cierre, Sánchez recomienda además no picar entre horas, lo que ayuda a estructurar una mejor higiene bucal y reduce la acumulación de restos de comida.