«Soy guardia civil y te voy a joder la vida»: sancionados por una pelea de discoteca un agente y el compañero que lo encubrió

«Soy guardia civil y te voy a joder la vida»: sancionados por una pelea de discoteca un agente y el compañero que lo encubrió

Los tribunales militares avalan las condenas de siete y cinco días de suspensión impuestas, respectivamente, a un guardia civil que increpó a los porteros de una discoteca de Torrevieja y al agente que decidió no dar parte de los hechos ante sus superiores a pesar de saber la verdad

La Justicia confirma dos años de cárcel a un guardia civil que estafó a un compañero para conseguir créditos

Los tribunales militares han confirmado las sanciones impuestas a dos guardias civiles de Alicante por una pelea en una discoteca del puerto de Torrevieja. El primero increpó a los porteros al grito de “soy guardia civil y te voy a joder la vida” antes de acometer de forma violenta la barrera de seguridad del recinto para sacar su coche. El segundo fue al lugar de los hechos y permitió que su compañero se marchara del lugar sin consecuencias y sin avisar a sus superiores. El guardia civil que iba borracho es suspendido durante una semana mientras que el agente que le encubrió es sancionado durante cinco días. Los hechos trascendieron porque las cámaras de seguridad del puerto lo habían grabado todo.

Las sentencias a las que ha tenido acceso elDiario.es revelan que los hechos ocurrieron de madrugada en noviembre de 2021. El guardia civil, destinado en ese momento en el puesto alicantino de Guardamar del Segura, estaba fuera de servicio y de fiesta en una discoteca del Puerto Marina Salas de Torrevieja, zona de ocio de la localidad con multitud de discotecas. Tuvo un primer choque con los porteros del pub “Bacanal” porque no le dejaron salir de la discoteca con su copa. Los trabajadores tuvieron incluso que inmovilizarle ante su estado de agresividad y, después de un rato dando vueltas por la zona, el guardia civil visiblemente bebido volvió a increpar a los porteros: “Sé que eres de Guardamar, yo soy guardia civil y te voy a joder la vida”.

Una patrulla de sus compañeros de la Guardia Civil del puesto de Torrevieja llegó poco después. Los dueños del local, que sabían que el alborotador era guardia civil e incluso era amigo suyo, habían intentado zanjar el incidente sin denunciar a nadie pero los porteros habían dado aviso a la seguridad del Puerto y estos al instituto armado. Cuando llegaron allí, los trabajadores de la discoteca les intentaron hacer creer que solo han tenido un problema con “un ciudadano del Este” pero encontraron a su compañero y descubrieron que él era el protagonista de la pelea.

En vez de afrontar e investigar lo que había pasado, la pareja de guardias civiles decidió intentar encubrir a su compañero y le dejaron ir sin dar parte ni por radio ni por escrito a sus superiores, limitándose a explicar que no habían encontrado a ese “ciudadano del Este”. Poco después el agente abandonaba el puerto con un nuevo episodio de agresividad. “O me abres o te destrozo”, espetó a un empleado del párking cuando le informaron de que tenía que volver a la discoteca para que le validaran el ticket de aparcamiento. Levantó la barrera “de forma violenta”, se subió en el coche y abandonó el lugar.

La pelea y la actuación irregular de la patrulla para encubrir a su compañero fue descubierta gracias a que las cámaras de seguridad del recinto habían grabado prácticamente todo: desde las discusiones en la puerta del local hasta el incidente con la barrera de seguridad del puerto pasando por imágenes de la propia patrulla hablando con el agente por la zona. “No hay duda de que haya prueba. La hay abundantísima. La hay testifical, documental y videográfica”, dice el Tribunal Militar Central para, en dos sentencias distintas, confirmar las sanciones disciplinarias impuestas a ambos agentes. Siete días de suspensión para el autor de los altercados y cinco días para el agente que intentó ocultar la pelea.

El Tribunal Militar Central confirmó la sanción del autor del altercado antes del pasado verano. “No fue un altercado menor, no fue un altercado más de cualquier otra noche de ocio causado por una persona anónima, sino que fue un altercado protagonizado por un guardia civil”. Y su actitud, añaden los togados, “choca frontalmente con el comportamiento que se espera de un guardia civil, no solo de servicio, también fuera de él. Lo último que se espera de un guardia civil es que sea él el que altere el orden, el que se enfrente de forma violenta física y verbalmente a unos trabajadores que tratan de mantener el orden en un establecimiento privado pero abierto al público”.

Otra sentencia más reciente avala también la sanción de su compañero por ocultar todos estos hechos a sus superiores del puesto de Torrevieja e intentar rebajar los hechos a un incidente con un extranjero desconocido. Su informe “no se ajusta a la realidad” y lo hizo “con clara intención de faltar a la verdad”. “Faltó a la verdad intencionadamente, sabía lo que hacía (no anotar una novedad al cumplimentar la papeleta de servicio) y sabía que además esa conducta era antijurídica”, zanja esta segunda resolución. Las dos son todavía recurribles ante el Tribunal Supremo y su sala quinta de lo Militar.

“Intentaron ayudar a un compañero y falsearon las novedades”

Las dos resoluciones revelan que los propios dueños de la discoteca conocían al guardia civil, sabían que era integrante del cuerpo y no quisieron que el incidente trascendiera, dando orden de ocultarlo a la patrulla que acudió alertada por el personal de seguridad del puerto. Fueron los que consiguieron “aplacar los ánimos” y dieron orden de no denunciar, también por la cantidad de altercados a los que se enfrentan en las discotecas: “Como dicen algunos de los testigos, desde el local no interesa que se denuncien estos incidentes, de lo contrario, estarían todas las noches denunciando. Además de que por el trabajo cotidiano de estos trabajadores tienden a minimizar su importancia”.

Las sentencias reprochan la actitud de los dos agentes. La agresividad de uno de ellos contra los trabajadores de la discoteca y del puerto, explican, “choca frontal y gravemente con la dignidad de la Guardia Civil, es decir contra la fama y el prestigio que el Cuerpo tiene socialmente reconocido gracias a comportamientos diametralmente opuestos a los observados por el recurrente la noche de los hechos”. “Creo que la intención era buena, pero cometieron una infracción disciplinaria”, dijo su superior del puesto de Torrevieja sobre el otro sancionado.

“Intentaron ayudar a un compañero y que falsearon las novedades”, añadió este mando durante la tramitación del expediente. La información que le llegó por radio esa noche, explicó, ocultó deliberadamente la implicación de un guardia civil fuera de servicio en un altercado: “Ha abandonado el lugar, hemos estado haciendo una batida por la zona y no hemos encontrado a la persona que ha alterado el orden”, dijo por radio sobre ese supuesto “ciudadano del Este” y “omitiendo de forma intencionada”, según la sentencia, hacer referencia al altercado del guardia civil que fue conocido gracias a las cámaras de seguridad.