Un panadero comparte las claves para conservar mejor el Roscón de Reyes: “El enemigo es el aire”

Un panadero comparte las claves para conservar mejor el Roscón de Reyes: “El enemigo es el aire”

Patricio, de Panadería Patricio, da las claves para disfrutar del dulce navideño el máximo tiempo posible

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El roscón de Reyes es uno de los dulces más esperados de la Navidad, pero qué decepción al cortar un trozo y encontrarlo seco. Una buena conservación puede marcar la diferencia entre disfrutarlo o acabar tirándolo.

“La masa también influye en la conservación, la cantidad de grasa que tenga, que sea mantequilla, aceite de oliva o margarina o algún otro tipo de grasa. Pero lo que más influye es la conservación. Cualquier tipo de masa en general, ya sea pan, panettone… si la tienes expuesta al aire, se va a secar”, explica Patricio, de Panadería Patricio. “El enemigo es el aire”.

“Lo ideal es tenerlo en un lugar protegido”, asegura el experto. “Si puede ser, envuelto en papel film o en la caja que tenga el roscón, en un armario cerrado, se va a conservar mejor”, ejemplifica, pero destaca que “un film por encima es la mejor opción porque impide que pierda esa humedad y se seque; cuanto más hermético guarde, mejor”.

Pero si hablamos de roscones rellenos, Paricio asegura que aguantan mejor la humedad y su recomendación es otra: “Si lleva cremas o natas es recomendable meterlo en la nevera aunque, a poder ser, no en la zona más fría”.  

Otra opción que nos plantea el panadero es congelar la pieza. “Imagínate que te has comprado un roscón grande y te queda la mitad y no lo vas a comer los próximos días, lo puedes trocear y congelar y así lo puedes ir sacando cuando quieras”. “Un poco va a cambiar siempre el sabor después de congelarlo, lo ideal es que si lo descongelas, lo calientes un poco y comerlo inmediatamente después”, aclara. “El periodo de conservación del descongelado con respecto al fresco es mucho menor, pasa también con el pan”, comenta.

Por último, Patricio recomienda tener expectativas realistas: “Lo ideal es comerlo en el día y al día siguiente, el periodo de consumo no pasa los tres días, no aguanta más. Pasa igual que con el pan de nuevo, salvo que sea de centeno, o le echan algún tipo de conservante como a la bollería industrial o no aguanta”, confiesa Patricio. “A no ser que se tenga mucha hambre”, bromea.