Antoni Cañete, presidente de la patronal Pimec: «El debate en la calle es subir salarios, no reducir la jornada»

Antoni Cañete, presidente de la patronal Pimec: «El debate en la calle es subir salarios, no reducir la jornada»

El presidente de la patronal de las pequeñas y medianas empresas de Catalunya está de acuerdo en que se trabaje menos y se cobre más, pero siempre que se trate en el marco de la negociación colectiva

Junts traslada a Yolanda Díaz que no apoya la reducción de la jornada laboral: “No lo han pedido las empresas”

Antoni Cañete (L’Hospitalet de Llobregat, 1963) ha sido reelegido hace un mes presidente de Pimec, la patronal de las pequeñas y medianas empresas de Catalunya, por otros cuatro años. Abandera la premisa de que se debe legislar pensando primero en los más pequeños (las pymes) para hacer grande a la economía.

En los últimos años, ha destacado su labor contra la morosidad de la administración y de las grandes corporaciones, para conseguir una rebaja del Impuesto de Sociedades para micro y pequeñas empresas, y para que las pymes tengan una voz propia en el diálogo social. También por su oposición al anteproyecto de ley para reducir la jornada laboral, motivo por el cual este martes una delegación de Pimec participará en un acto de rechazo a la propuesta, organizado por la Confederación Nacional de Pymes (Conpymes) en Madrid.  

¿Por qué está en contra de reducir la jornada laboral y de que la gente trabaje menos?

No estamos en contra. En trabajar menos y cobrar más estamos todos de acuerdo: trabajadores, autónomos y empresarios. Ocurre que el tema no está bien planteado. La reducción se plantea como consecuencia de un fracaso del diálogo social cuando se debería haber tratado y acordado dentro del diálogo social. Su ámbito es el de la negociación colectiva. En España ya se ha hecho: más del 30% de los convenios ya contemplan jornadas de 37 horas y media y se ha hecho por acuerdo. Una medida tan concreta e inmediata como esta no es solo un café para todos, ha sido un trágala.

¿Qué plantean?

Que se tenga en cuenta otras cuestiones. Por ejemplo, hemos doblado el absentismo en los últimos años y ello provoca una serie de situaciones en las pequeñas y medianas empresas, y en las micro en particular. Cuando tú tienes tres trabajadores y uno de baja, es el 33% de la plantilla. Si tienes 1.000 y 100 de baja, la cosa cambia, te quedan 900 personas para organizarte.

Otro tema es el de la productividad. No la hemos mejorado en lo que llevamos de siglo, al revés, hemos ganado PIB a base de más sudor, con más gente trabajando. Si fuéramos capaces de aumentar nuestra productividad, de tener un absentismo más normal, seguramente podríamos plantearnos no solo reducir la jornada laboral, sino el debate que realmente está en la calle, y dónde realmente hay una necesidad, que es en subir salarios. El debate está en subir salarios, no tanto en reducir la jornada. Más salario para mitigar la inflación y el acceso a la vivienda. Pimec fuimos los primeros en decirlo. Pero la solución es aumentar la productividad; si pactamos eso podremos pagar mejores salarios, porque esto no va de tener salarios bajos, sino de empresas competitivas.

 ¿Y qué proponen?

Que se tenga en cuenta la dimensión de la empresa y el sector. No es una cuestión de costes laborales ni de márgenes, es de inviabilidad. Una farmacia, por ejemplo, tiene la obligación por ley de dispensar medicamentos; si no, comete un delito. Hoy ya hay algunas dificultades para encontrar a empleados en este sector, algo curioso con los índices de paro que tenemos. Si bajamos de 40 a 37 horas y media, solo en la provincia de Barcelona necesitamos a 600 personas más que no encontramos.

Lo mismo pasa con las empresas de limpieza, donde el 90% de su presupuesto es mano de obra y tienen un margen de entre el 4% y el 6%. Reducir la jornada manteniendo el salario significa un incremento de costes del 6%. Pones a estos dos sectores en una situación de inviabilidad. Y encima se sube el salario mínimo interprofesional (SMI), que está muy bien y lo defendemos, pero luego los contratos con la administración no podemos indexarlos a este aumento de costes. En definitiva, planteamos que el debate sea holístico, para que todas las empresas se puedan ajustar a la reducción de jornada y mejorar salarios.

Se debería haber tratado la reducción de jornada en el ámbito de la negociación colectiva, ha sido un ‘trágala’

¿Cómo les está afectando el aumento del SMI?

Va por barrios. Hay sectores muy afectados, como el primario, y todas aquellas actividades que tiene convenios con las administraciones, como empresas del tercer sector. En el campo los márgenes están muy ajustados por la competencia del exterior. El SMI no puede ser una subasta, tiene que ser el mayor posible siempre que no destruya empleo ni actividad económica. Al final, un salario es la mejor política social que podemos hacer en un país.

El plan económico del president Salvador Illa tiene un punto para que Catalunya tenga un salario mínimo catalán. ¿Por qué está en contra cuando en otros ámbitos, como en el de la financiación autonómica, reclama que se tenga en cuenta el mayor coste de vida en Catalunya?

Por lo mismo que cuando hablábamos de la reducción de jornada. Si hacemos un SMI mayor que en el resto del Estado, también deberíamos tener una fiscalidad adecuada para que nuestras empresas sean competitivas. Actualmente, Catalunya está pagando el 30% más cara la energía que el País Vasco. No tenemos las mismas condiciones de competitividad que el resto del Estado.

Pero mientras tanto, salen perjudicados los trabajadores catalanes, cuyo SMI les alcanza para menos.

Cuando dos elefantes se pelean es la hierba la que sufre. Para nosotros el respeto a los trabajadores es fundamental. Cuando hablo de absentismo no pongo la culpa en el trabajador, la pongo también en el sistema de concesión de las bajas, en la formación, en las condiciones de trabajo… Cuando las empresas van bien, se pagan más impuestos, el estado del bienestar tiene más garantías y se pueden pagar mejores salarios. Las políticas de bajos costes salariales son una equivocación y las políticas para que las empresas no obtengan resultados, también, porque perdemos el tren. Por eso siempre hablo de 360 grados.

¿Está bien representada la voz de las pymes en España?

No, y es posiblemente uno de los problemas más importantes que tiene actualmente nuestra democracia. Donde se juega la partida es en el ámbito económico y empresarial, en la creación de riqueza, qué tipo de riqueza creamos, si tenemos unas posibilidades equitativas y justas, como, por ejemplo, en el ámbito de la fiscalidad.

El hecho de que las pymes no tengan voz propia siendo el 99,8% de las empresas, más del 70% del empleo y más del 60% del producto interior bruto, o sea, el motor de la economía, es una anomalía. Le dije al presidente Sánchez que hasta que las pymes no tengan voz propia en el diálogo social, en España no habremos acabado la transición democrática. Tenemos 50 años de democracia y las pymes aún no tienen voz propia.

Uno de los principales problemas de nuestra democracia es que las pymes no tienen voz propia

Está Cepyme.

Cepyme no tiene voz propia, es un títere que tiene la CEOE donde mete la mano y cuando le preguntan por la pequeña y mediana empresa señala a la marioneta, pero quien mueve la mano es la CEOE. Estamos viendo como quien pone al presidente de Cepyme es el presidente de la CEOE porque no le gusta. Es como si el presidente del Real Madrid pone al presidente del Barça, o al revés.

España tiene las pymes más pequeñas de Europa, más que las francesas, las italianas y las alemanas, porque quienes están en el puente de mando y tienen influencia en el diálogo social no son las pequeñas y medianas empresas. No estamos en contra de las grandes empresas, todo el contrario, trabajamos cada día para que haya más grandes empresas, porque siendo el 0,2% del tejido empresarial aportan prácticamente el 25% empleo y el 37% del PIB. Pero para que puedan crecer necesitan que se den las condiciones.

 ¿Quiere pymes más grandes?

Queremos que puedan crecer. Es importante que tengamos pymes más grandes para que podamos pagar mejores salarios, tengamos más innovación, más internacionalización y más resiliencia. Porque, después, cuando queremos hacer determinadas políticas, como la formación dual, que es un elemento trascendental, con el 90% de microempresas con dos trabajadores de media, plantear universalizar el sistema de la formación dual es una utopía. ¿Por qué Alemania puede tener un sistema dual? Porque Alemania ha creado una economía tractora, no extractora, que es la que tenemos aquí.


Antoni Cañete, durante la entrevista

 ¿A qué se refiere?

En Alemania, una gran empresa, cuando le hace un pedido a una pequeña, le da su capacidad de financiación para que la pequeña pueda comprar lo que necesita y entregarle el pedido. Cede parte de su capacidad, hace de tractora de la pequeña. En España, la gran empresa, cuando hace un pedido a una pyme, le da un producto que se llama confirming. En España hemos inventado el helicóptero, el submarino y el confirming: ‘Yo, gran empresa, te pago a 200 o 300 días, pero si quieres cobrar antes tienes que pagarme los intereses y los costes’. No es una economía tractora, sino extractora.

En cuanto a representatividad, consiguieron estar presentes en la Comisión Consultiva Nacional de Convenios Colectivos y están ya a punto de entrar en el Consejo Económico y social (CES).

La vicepresidenta Yolanda Díaz ha dicho recientemente en sede parlamentaria que se cumplirá. Es un mensaje muy claro de que Pimec ha roto el ‘atado y bien atado’ en el ámbito de la representatividad. ¿Cuándo entraremos? Los cargos actuales están caducados desde febrero, le toca al Gobierno nombrar a los nuevos y hay una Ley aprobada que dice que las organizaciones más representativas en el ámbito territorial tienen que estar, es obligatorio. Deberemos entrar Pimec Balears y Pimec, junto con la CEOE. Por primera vez en democracia las pequeñas y medianas empresas tendremos voz propia, en este caso a través del CES.

 ¿Y no sería más lógico que hubiera una sola voz en representación de todas las pymes de España?

Sería lógico y por eso impulsamos la creación en España de la primera Confederación Nacional de Pymes, Conpymes. Europa le estaba diciendo a España que tiene que crear mecanismos democráticos y transparentes en cuanto a representación empresarial y diálogo social. Utilizando un símil con la política, es como si creamos un partido político, legalizado, como lo está Conpymes, pero no se convocan elecciones. Entonces no puedes participar en el diálogo social. Es muy fuerte. Y fíjese que los sindicatos ELA y CIG están dentro del CES. ¿Qué intereses hay para que las pymes no tengamos voz propia? Nosotros tenemos la obligación y el deber de representar. Si no entramos en el CES, se estará prevaricando.

La opa llega de BBVA sobre Banco Sabadell se acerca a un momento decisivo. Explique por qué se opone Pimec.

Tenemos experiencia. En 2009 ya dijimos que el sistema financiero debe ser lo más robusto posible y entendimos que nuestro sistema bancario tenía que fortalecerse, y se produjo el proceso de concentración motivado por la crisis. La fotografía que quedó fue que BBVA compró Catalunya Caixa, Caixa Tarragona y Caixa Manlleu. Las empresas, sobre todo las pymes, que teníamos en nuestro pool bancario una de estas tres y BBVA, una vez fueron absorbidas, las que tenían una póliza de 500.000 euros con BBVA y otra de la misma cantidad con una de las otras, no se quedaron con una de un millón, sino que en muchos casos se quedaron con una por debajo del medio millón.

Sabemos qué pasa en estos procesos. En un tema que para las pymes es oxígeno, como la financiación, se necesita un contexto de competencia. Esta operación tiene muchas consecuencias, nos generaría un gran problema. Lo que no puede hacer la CNMC es rechazar nuestras alegaciones diciendo que no somos parte; lo somos: representamos a todas las empresas de Catalunya, a Banco Sabadell y a las empresas que trabajan con el Sabadell.

La opa del BBVA generaría muchos problemas: en un tema como la financiación, se necesita competencia

¿Están las pymes empezando a notar la escalada arancelaria?

A las pymes nos afecta mucho más. El grande siempre tiene más flexibilidad para capear, como con la flexibilidad horaria, ya que no es lo mismo tener una plantilla de centenares o miles que tener dos empleados, o si tienes que cambiar el vehículo para reducir las emisiones. Si eres grande y te ponen un arancel, es más fácil cambiar de mercado, si eres pequeño, menos. Deberíamos aprender, y no lo hicimos suficientemente con el COVID, a garantizar un suministro de forma mucho más local. Los aranceles presentan amenazas, pero también oportunidades.