¿Qué es un cónclave? Quiénes participan, qué cardenales españoles acudirán y cómo se vota para elegir al próximo papa

¿Qué es un cónclave? Quiénes participan, qué cardenales españoles acudirán y cómo se vota para elegir al próximo papa

En la elección solo podrán votar los menores de 80 años y para que sea válida se requieren dos tercios de los votos. En el cónclave habrá cinco cardenales españoles

La Iglesia se queda en manos del camarlengo hasta que tenga nuevo papa: quién es y cuáles son sus funciones

La muerte del papa Francisco, este lunes a los 88 años de edad, deja a la Iglesia en “sede vacante”, un período excepcional que concluirá con la celebración de un antiguo y ceremonioso ritual para buscar un sucesor: el cónclave. Hasta ese día pueden pasar 15 días o, como mucho, 20, salvo que todos los cardenales implicados lleguen antes.

Del latín “cum clave” (bajo llave), el cónclave trata de una reunión en la que los cardenales menores de 80 años se reúnen en la Capilla Sixtina, a puerta estrictamente cerrada, para elegir un sucesor. No volverán a la “libertad” hasta completar su misión: ese será el momento en el que veamos esa clásica imagen de la fumata blanca.

Estas son las claves de la ceremonia:

1) Todos a Roma

Tras la muerte del Papa Francisco, la Santa Sede queda en manos del camarlengo, actualmente el estadounidense Kevin Farrell. Lo primero será convocar a Roma a todos los purpurados para las exequias y para organizar la sucesión. También es él quien se ocupará de sellar el apartamento papal, destruir el anillo del Pescador y organizar el funeral.

2) Preparativos y elección de fecha para el cónclave

Los cardenales deberán consensuar la fecha del cónclave, que se celebrará como máximo antes del vigésimo día de la proclamación de la “sede vacante”. También podría ser antes si se certifica que ya están en Roma todos los participantes.

Después se realizarán otras reuniones que servirán a los purpurados para conocerse y comenzar sus alianzas o localizar al futuro pontífice, como ocurrió con Jorge Mario Bergoglio, que convenció a la mayoría con su discurso sobre reformar la iglesia y hacerla más universal.

3) Quiénes participan y de dónde son

En la fecha elegida se encerrarán en la Capilla Sixtina para debatir el nombre del futuro papa, aunque solo podrán votar o ser elegidos los menores de 80 años. Actualmente los electores son 135.

Habrá 17 cardenales latinoamericanos posibles electores, aún lejos de los 53 europeos, el grupo más numeroso. Durante su pontificado, el papa argentino rediseñó la geopolítica eclesial para equilibrarlo un poco: así, los europeos reducen su presencia a favor del resto de continentes, como el asiático, con 23 purpurados, pero también crece África con 18 electores. Los norteamericanos serán 16.

4) Quiénes son los cardenales españoles

España cuenta con 13 miembros del Colegio cardenalicio, pero solo podrían participar y votar cinco, por tener menos de 80 años.

Son el arzobispo de Barcelona, Juan José Omella; el arzobispo emérito de Madrid Carlos Osoro; el ex presidente de la Gobernación vaticana Fernando Vérgez; el arzobispo de Madrid, José Cobo; el rector de los salesianos y pro-prefecto del Dicasterio para la Vida Consagrada, Ángel Fernández Artime, y el Arzobispo emérito de Valencia, Antonio Cañizares.

5) Aislamiento

El cónclave se celebra con los cardenales encerrados para animar al acuerdo y evitar interferencias. Esta práctica surgió en el 1270, cuando los habitantes de Viterbo, entonces sede pontificia, hartos de años de indecisión, encerraron a los ‘príncipes de la iglesia’ hasta elegir sucesor. Funcionó y el designado fue Gregorio X.

Esta jornada histórica comenzará con la misa ‘Pro eligendo papa’ en la basílica de San Pedro y después los electores procesionarán hasta la Sixtina cantando el “Veni creator”. Una vez dentro, ante el Juicio Final de Miguel Ángel, jurarán y luego el maestro ceremoniero echará a los ajenos proclamando “Extra omnes” (fuera todos) y cerrará sus puertas para garantizar la más absoluta privacidad (se usan incluso inhibidores de frecuencia).

6) Cuántos votos necesita un papa para ser elegido

Ya no se vota por aclamación o compromiso sino por escrutinio secreto. Para que sea válida la elección, se requieren dos tercios de los votos.

El ‘scrutinium’ contará con tres cardenales encargados de escrutar el proceso y tres de revisarlo. Las papeletas serán rectangulares y en ellas se lee “Eligo in Summum Pontificem”, mientras que en la parte inferior habrá un espacio para escribir el nombre del elegido.

Luego, cada purpurado llevará su papeleta hasta la urna y, ante los escrutadores, pronunciará él juramento: “Pongo por testigo a Cristo Señor, el cual me juzgará, de que doy mi voto a quien en presencia de Dios, creo que debe ser elegido”. Después colocará la papeleta en un plato y con éste la deslizará en la urna.

7) Recuento

El primer día de encierro se realizará una sola votación y en los días posteriores, en caso de fracasar, dos por la mañana y dos por la tarde.

Una vez que todos han votado se procede al recuento. Los escrutadores leerán en alto cada papeleta mientras otro toma nota y un tercero las perfora con una agua e hilo, uniéndolas en ristra.

8) Fumata negra, fumata blanca

Tras cada votación, se quemarán los votos en una estufa instalada para la ocasión en la Capilla Sixtina. El color del humo que salga por la chimenea anunciará al exterior el resultado: si es blanco, significará que se ha alcanzado un acuerdo. Si es negro, el cónclave deberá seguir. En el pasado se usaba leña o paja para intensificar el humo y evitar confusiones, pero ahora se emplean químicos.

9) Aceptación y nuevo nombre

Una vez un cardenal se imponga al resto, el decano, Giovanni Battista Re (en febrero de 2025), preguntará al elegido: “¿Aceptas tu elección canónica para Sumo Pontífice?”. De asentir, le preguntará cómo quiere ser llamado.

10) Habemus papam

El nuevo papa soberano es llevado enseguida a la sacristía de la Capilla Sixtina, conocida como la ‘sala de las lágrimas’, donde habrán preparados tres trajes pontificios de varios tamaños (dado que es imposible saber de antemano quién será el elegido).

El último paso será anunciar la elección al mundo: “Habemus Papam” (tenemos papa) es la fórmula que el protodiácono exclamará desde el balcón de la basílica vaticana. El nuevo pontífice se presentará entonces al mundo e impartirá su primera bendición ‘Urbi et orbi’.