
Los dos pisos donde viven Ayuso y su pareja costaron 1,8 millones de euros
Alberto González Amador dio de entrada 350.000 euros, la misma cantidad que había defraudado a Hacienda, para un piso que costó 850.000, mientras que su fiscalista pagó 950.000 euros por el ático de la planta de arriba y que la pareja disfruta a cambio de un alquiler de 5.000 euros mensuales
La declaración de la pareja de Ayuso abre nuevas incógnitas sobre el ático de lujo
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y su pareja, Alberto González Amador, viven en dos pisos en el barrio de Chamberí, uno encima del otro, que fueron adquiridos hace más de dos años por un valor total de 1,8 millones de euros, según los datos del Registro de la Propiedad a los que ha tenido acceso elDiario.es. González Amador es el dueño de la vivienda ubicada en la sexta planta, para la que entregó 350.000 euros de entrada en 2022, una cantidad casi idéntica a la que había defraudado a Hacienda por los dos ejercicios anteriores.
Ese primer piso, a nombre de Alberto González Amador, fue adquirido por el empresario y comisionista por 850.000 euros en julio de 2022. En fechas próximas a ocuparlo junto a Ayuso, un año después, una sociedad llamada Babia Capital SL compró el ático que está en la planta superior. Babia Capital pagó por el piso 950.000 euros y, según declaró González Amador a la jueza, él se lo alquila por 5.000 euros al mes con derecho a compra.
El traslado de Ayuso a un piso con su pareja en el barrio de Chamberí no había tenido mayor repercusión hasta que elDiario.es publicó que Alberto González Amador había defraudado a Hacienda 350.951 euros correspondientes a los ejercicios de 2020 y 2021, los años anteriores a la mudanza. Este periódico también reveló que la pareja disfrutaba de una segunda vivienda, un ático con una gran terraza en la planta inmediatamente superior.
Han tenido que pasar 13 meses para que uno de los dos inquilinos del ático ofreciera una explicación sobre en qué condiciones la presidenta de la Comunidad de Madrid disfrutaba de esta otra vivienda, propiedad de una sociedad que tiene entre sus propietarios a un hostelero de León y cuyo administrador, el citado fiscalista, está relacionado con Fernando Camino, el jefe en Quirón de Alberto González Amador.
El pasado 10 de abril, González Amador declaró en el marco de una pieza separada del caso por corrupción en los negocios y administración desleal y aseguró que el fiscalista Javier Gómez Fidalgo, también imputado en la causa principal, le había hecho el “favor” de comprar el ático a través de Babia Capital para que él lo pudiera alquilar por 5.000 euros al mes con derecho a compra. Gómez Fidalgo representó ante Hacienda a González Amador durante la inspección fiscal que originó la querella de la Fiscalía por delito fiscal en dos ejercicios y falsificación de documentos.
En esos 13 meses que transcurrieron entre la exclusiva de elDiario.es y la declaración de González Amador en sede judicial lo único que había dicho la Comunidad de Madrid es que la presidenta no pagaba alquiler alguno. Por su parte, Isabel Díaz Ayuso se había referido una sola vez al ático adquirido por Babia Capital por 950.000 euros. “¿De lujo? Hay que morirse de la risa con ustedes”, respondió la presidenta en una rueda de prensa en abril de 2024.
Babia Capital SL pagó 870.000 euros por el ático más 70.000 por el garaje y el trastero correspondientes. En total, 950.000 euros de compra para la que la sociedad inmobiliaria recibió un préstamo por una cantidad muy similar, 952.000 euros, según desveló elDiario.es en agosto pasado. Quien esté detrás de ese préstamo, ya sea una persona física o una sociedad, sigue siendo un misterio.
González Amador aseguró en el juzgado que el “favor” de la compra para que él pudiera alquilar se lo hizo Javier Gómez Fildalgo. Sin embargo, tiene que haber alguien más en la operación. La explicación está en que si fuera dinero de Fidalgo se trataría de una operación vinculada al administrador de Babia, y la sociedad tendría que haberlo detallado en las cuentas correspondientes a 2023, el ejercicio en el que esta empresa adquirió la vivienda. Nada de eso figura allí.
El ático tiene una superficie bruta construida de 176 metros cuadrados. Se divide en 155 metros de vivienda y otros 21 metros de elementos comunes, según el catastro. Esta vivienda adicional de Ayuso tiene cinco dormitorios –tres iguales, uno mayor y otro “de servicio”–, un cuarto de baño principal y uno menor, dos vestíbulos –uno principal y otro de menor tamaño– y una amplia terraza.
El ático fue adquirido por Babia Capital SL a una familia que había heredado la propiedad de un militar. El régimen franquista reservó la adquisición de varios inmuebles de esa zona a mandos del Ejército y allí viven todavía, con avanzada edad, algunos hijos de los compradores originales. En la misma calle que Isabel Díaz Ayuso residió en su momento el teniente general Emilio Alonso Manglano, que fue jefe del servicio de Inteligencia de la época, el CESID.
También pertenecen a una familia de militares los anteriores propietarios del piso de la sexta planta que compró González Amador el 27 de julio de 2022 y donde la pareja se mudó un año después, una vez reformada la casa. Cinco días antes de la formalización de la compra, Alberto González Amador había presentado la declaración del Impuesto de Sociedades de Maxwell Cremona, su principal empresa. Se trata de una de las dos declaraciones defraudatorias, efectuada cuando ya mantenía una relación con Isabel Díaz Ayuso, confirmada con unas fotos en una revista del corazón en mayo de 2021.
La Agencia Tributaria atribuye a Alberto González Amador, y él ha reconocido, dos delitos de fraude fiscal en el impuesto de Sociedades por 155.000 euros en 2020 y de otros 195.951,41 euros el ejercicio siguiente. También le imputa falsedad documental por presentar 15 facturas ficticias a través de empresas externas con el objetivo de rebajar los beneficios extraordinarios de sus sociedades.
Dos millones por una comisión de mascarillas
El empresario ganó casi dos millones en comisiones por intermediar en una compraventa de mascarillas durante la pandemia, propiciada por una empresa gallega en la que es consejero su jefe en Quirón, Fernando Camino. Poco después, pagó medio millón por una empresa sin actividad a nombre de la esposa del directivo del gigante sanitario. Con esa comisión, González Amador multiplicó en 2020 por seis sus ingresos, pero al tiempo pagó en impuestos una tercera parte que en el ejercicio anterior. ¿El motivo? En teoría había gastado tanto en contratar con terceros que las ganancias eran casi anecdóticas. Era mentira. Y los gastos con esas otras sociedades eran falsos. La trama de facturas falsas continuó en 2021 hasta alcanzar los 350.951 euros defraudados en los dos ejercicios.
En 2022, González Amador compró la vivienda del sexto piso y entregó 350.000 euros de entrada. Los 500.000 restantes responden a una hipoteca, uno de sus gastos fijos mensuales que se unen a los 5.000 euros que paga por el ático de arriba en régimen de alquiler con derecho a compra, de ser cierto lo que dijo en el juzgado. Ni en la hipoteca del piso de abajo ni el alquiler del piso de arriba participaría la presidenta madrileña.
El principal cliente de las empresas de González Amador es Quirón Prevención, la división del gigante sanitario que percibe cientos de millones al año por sus contratos con la administración pública madrileña. Tras comenzar su relación con Isabel Díaz Ayuso, el empresario Alberto González Amador multiplicó por cuatro su facturación a Quirón Prevención.