
El nuevo papa Prevost y el «estilo de vida» homosexual: «Esperemos que no cierre las ventanas ya abiertas»
Los colectivos de cristianos LGTBI se muestran expectantes ante León XIV, al que han recibido con alivio, a pesar de sus declaraciones de hace 15 años sobre la diversidad sexual, un tema que «no parece que vaya a ser prioritario en su agenda», cree la socióloga experta en religiones Mar Griera
La elección de León XIV frena la contraofensiva del sector ultra de la Iglesia católica
El recién elegido nueva papa León XIV es ‘antiTrump’ y una de las apuestas de los cardenales más progresistas, pero también un perfil seguro y equilibrado entre quienes apostaban por seguir el legado de Francisco y quienes presionaban para regresar al conservadurismo católico. Habrá que esperar a ver cómo se concreta esto en su postura respecto al colectivo LGTBI tras el aperturismo de Bergloglio –que aun así dejó pendientes los cambios profundos–, pero, de momento, lo que hay sobre la mesa son algunas declaraciones públicas que permiten atisbar su posición. Al menos, en el momento en que las pronunció.
Porque fue en 2012 cuando Robert Francis Prevost lamentó en un discurso ante los obispos que los medios de comunicación occidentales y la cultura popular estuvieran “promoviendo la simpatía por creencias y prácticas contrarias al Evangelio”, entre las que citó “el estilo de vida homosexual” y las familias de parejas del mismo sexo. En esa misma intervención consideró “confusa” la “ideología de género” porque “pretende crear géneros que no existen”.
Con todo, las comunidades católicas LGTBI han recibido con alivio el nombramiento de Prevost: aunque sonaba más el nombre del filipino Luis Antonio Tagle como papable más afín al colectivo, León XIV está alejado de las alianzas ultras antiLGTBI que ganan terreno a nivel global. Al mismo tiempo, sin embargo, las organizaciones se muestran prudentes y expectantes ante el pontificado que acaba de arrancar y sobre el que estarán vigilantes. “Francisco abrió ventanas para el colectivo LGTBI. Esperemos que León XIV no las cierre y a ver si al menos empieza a buscar dónde están las puertas”, esgrime Raúl Peña, portavoz de Crismhom, la comunidad cristiana LGTBI de Madrid.
Una posición ambigua
De momento, las impresiones de Peña no son negativas. A pesar de que reconoce la diferencia entre las manifestaciones públicas de Jorge Bergoglio y Prevost, considera que las conocidas de este último no son suficientes para ser concluyentes. “Son intervenciones de hace 15 años, ni siquiera yo opino lo mismo antes que ahora… Pensar en cómo va a ser el pontificado respecto a esas declaraciones sería hacer futurología en base al pasado”, añade este católico gay.
Por su parte, la Global Network of Rainbow Catholics, la mayor red de católicos LGTBI del mundo, reconoce que las palabras del nuevo papa “reflejan una postura conservadora” sobre la diversidad sexual aunque coincide en que “las ideas pueden cambiar” con el paso de los años. Al mismo tiempo destaca que aunque se ha mostrado favorable “a los grupos marginados”, su postura sobre temas como la bendición de las parejas del mismo sexo “sigue siendo ambigua”, lamenta la organización. En 2023, una vez aprobada la declaración de Francisco que las permitió, Prevost aseguró que en África no iba a “funcionar”.
Aun así, todas las voces consultadas hacen un llamamiento a esperar a ver en qué dirección da León XIV sus primeros pasos. “Quizás el tiempo que ha pasado al lado de Francisco haya podido ayudar a que modifique sus impresiones”, coincide Gema Segoviano, coordinadora del grupo de Fe y Espiritualidad de la Federación Estatal LGTBI. “En todo caso, sí debería pensar que sus palabras pueden hacer daño o suponer un alivio. Francisco tuvo la oportunidad de conocer y escuchar a personas LGTBI, que es la manera de desterrar estereotipos. Espero que el nuevo pontífice siga también esa estela”, añade.
Desde este mismo marco reclama al pontífice la Global Network of Rainbow Catholics que siga promoviendo “una escucha amplia y una reflexión profunda sobre temas que antes eran tabú” y confía en que “el progreso continuará hacia la construcción de una Iglesia más acogedora e inclusiva”. “Esperamos que siga aprendiendo de las historias de las personas LGBTIQ, celebre nuestros dones y reconozca que ciertas enseñanzas y prácticas han causado daño y deben ser reexaminadas”, sostiene Marianne Duddy Burke, copresidenta de la red.
“No serán asuntos clave”
Los colectivos LGTBI cristianos se agarran a las primeras palabras de Prevost desde el balcón de la basílica de San Pedro tras ser elegido. Un discurso que hizo en italiano y en parte en español en el que defendió “una Iglesia que construye puentes, diálogo, dispuesta a recibir a todos los que lo necesitan”. Referencias en la línea de Francisco y que son para Raúl Peña una señal de optimismo. “Nos hubiera encantado que hubiera salido al bancón y hubiera dicho que iba a cambiar la doctrina pero como eso es difícil que pase, creemos que lo que ha dicho es esperanzador”.
El legado de Bergoglio en este sentido destaca especialmente por los gestos hacia las realidades LGTBI que contrastaron con el desprecio reiterado de pontífices anteriores. Francisco recibía y hablaba con frecuencia con personas de la comunidad y en su hemeroteca queda un puñado de frases al respecto marcadas por la ambigüedad –del famoso “¿Quién soy yo para juzgarles?” A la “mariconería” de los seminarios–. Las bendiciones a las parejas del mismo sexo y el visto bueno a que las personas trans sean bautizadas –con condiciones– fueron sus dos pasos adelante de mayor calado, pero al mismo tiempo no emprendió una transformación profunda de la doctrina sexual de la Iglesia.
Precisamente esa será “la dificultad” de León XIV en esta materia, cree Mar Griera, socióloga de la Universidad Autónoma de Barcelona y directora de ISOR, grupo de investigación de sociología de la religión. “Francisco había hecho muestras simbólicas de apoyo que se tradujeron en poca cosa. El problema que tendrá Prevost es que los gestos ya los hizo Bergoglio y le tocaría hacer cambios doctrinales que a corto plazo va a ser muy difícil que ocurran. Primero porque tendrá una oposición fuerte y segundo porque él ya ha marcado que sus objetivos principales serán los temas sociales y de paz”, sostiene la experta.
Griera subraya que las intervenciones públicas del pontífice al respecto del colectivo “son pocas más allá del tópico” y son “de hace mucho tiempo” porque León XIV “ha mantenido una posición baja” sobre este tema. Esto le lleva a concluir que ni los temas de género ni LGTBIQ serán principales en su agenda. “Vamos a ver si es capaz de escuchar y de cambiar de opinión, pero no parece que estos vayan a ser sus asuntos clave”, zanja.