Del oro romano al carbón del siglo XX: diez minas históricas que puedes visitar en España

Del oro romano al carbón del siglo XX: diez minas históricas que puedes visitar en España

Muchas minas españolas han dejado atrás el ruido de la extracción para convertirse en museos, rutas o monumentos naturales. Algunas se recorren con casco, otras en tren minero y otras simplemente a pie, pero todas permiten asomarse a la historia, la geología y la memoria de la vida minera

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Hubo un tiempo en que las entrañas de la tierra fueron motor económico de buena parte del país. Minas de oro, de hierro, de mercurio o de carbón marcaron la vida de muchas comarcas españolas durante siglos. Algunas estuvieron activas desde tiempos prerromanos y otras alcanzaron su apogeo con la llegada de compañías extranjeras en plena revolución industrial. Hoy, muchas de ellas han dejado atrás el estruendo de la extracción para abrir sus puertas al turismo y contar su historia en primera persona.

Convertidas en museos, en rutas señalizadas o en monumentos naturales, estas minas permiten recorrer galerías subterráneas, ver antiguos castilletes o caminar entre paisajes que parecen de otro planeta. Hay visitas en tren, en jaula minera, con casco o a pie. Algunas son experiencias inmersivas y, otras, paseos a tu aire entre formaciones moldeadas por siglos de trabajo y por la acción de la naturaleza. 

De norte a sur y de oeste a este, estas diez minas históricas son hoy auténticos viajes al pasado, a la geología y al alma minera del país.

Parque Minero de Riotinto (Huelva)

Más de 5.000 años de historia minera dan forma a Riotinto, una comarca marcada por la búsqueda del cobre desde la Edad del Bronce hasta la llegada de los británicos en el siglo XIX. En 1873, el Estado vendió estas tierras a la Ro Tinto Company Limited, que revolucionó la zona con nuevas técnicas, trenes, barrios enteros y una industria que cambiaría para siempre el paisaje y la vida local.


Galería de Peña de Hierro en las Minas de Riotinto

Hoy, el Parque Minero de Riotinto permite conocer aquella historia a través del Museo Minero Ernest Lluch, instalado en el antiguo hospital británico, y que recorre desde los orígenes hasta la era industrial. Se puede entrar a la antigua mina de Peña de Hierro, con su galería de 200 metros y un impresionante cráter a cielo abierto, subir a un tren turístico por la ribera del río Tinto, o visitar una casa victoriana recreada al detalle. Todo está pensado para entender cómo la minería dejó aquí una huella profunda y, sobre todo, rojiza.

Las Médulas (León)

El paisaje de Las Médulas parece sacado de otro planeta, pero es obra de los romanos. Aquí construyeron la mayor mina de oro a cielo abierto de su imperio, aplicando la técnica de la ruina montium: canalizaban agua para hacerla estallar contra la montaña, colapsándola por dentro y arrastrando el barro aurífero hacia los lavaderos. El resultado fue este entorno de picachos rojizos y vegetación que hoy es Patrimonio de la Humanidad.


Las Medulas, en El Bierzo (León)

La visita a Las Médulas puede hacerse por libre o con guía, pero conviene pasar primero por el Aula Arqueológica y el centro de recepción para entender lo que se va a ver. Desde el pueblo parten rutas como la Senda de Las Valiñas, que atraviesa cuevas como La Cuevona y La Encantada, o la subida al mirador de Orellán, ideal para una panorámica al atardecer. También se puede entrar en una galería romana, con casco incluido. Aquí naturaleza y arqueología se dan la mano en cada rincón.

Pozo Sotón (Asturias)

En el corazón del valle del Nalón se encuentra el Pozo Sotón, una de las minas de carbón más emblemáticas de Asturias. Abierto en 1922 tras el descubrimiento del yacimiento en el siglo XVIII, perteneció a la Sociedad Herrero Hermanos y más tarde a Duro Felguera. Fue ampliado a lo largo de todo el siglo XX y se mantuvo en funcionamiento hasta 2014. Ese mismo año fue declarado Bien de Interés Cultural.


Visita al interior de Pozo Sotón

Hoy es un museo viviente. La experiencia incluye descender más de 500 metros bajo tierra, picar carbón y recorrer galerías con ayuda de guías de la empresa minera HUNOSA. Hay recorridos más cortos, otros de cinco o seis horas y una visita exterior para conocer las instalaciones desde fuera. Además, el Memorial Minero, el escape room, las visitas teatralizadas o el tren de galerías hacen de Sotón un referente del turismo industrial. Eso sí: las visitas son con reserva y para grupos reducidos.

Mina Romana de Cueva del Hierro (Cuenca)

En plena Serranía de Cuenca, la Mina de Cueva del Hierro es una auténtica cápsula del tiempo. Se empezó a explotar en época prerromana, allá por el siglo VI a. C., y tuvo su momento de esplendor bajo dominio romano, cuando el hierro que salía de aquí se empleaba para fabricar armas como las famosas falcatas. También se explotó durante siglos posteriores, hasta su cierre en los años 60 del siglo XX.


Visita guiada en la Cueva del Hierro.

Hoy se puede recorrer con guía parte de sus galerías, descubrir formaciones geológicas como coladas milenarias y conocer más sobre los minerales del hierro y las herramientas empleadas en la extracción. La visita se completa con un pequeño museo que incluye una reproducción de una armadura romana, monedas y utensilios. Incluso hay una opción de ruta espeleológica para los más aventureros.

Mina La Jayona (Badajoz)

La Mina La Jayona es uno de esos lugares donde la naturaleza ha terminado por imponerse a la industria. Cerrada desde los años veinte del siglo pasado, esta antigua explotación de hierro en Fuente del Arco ha sido colonizada por helechos, higueras y aves, y en 1997 fue declarada Monumento Natural. En su interior se ha formado un microclima sorprendente que le da un aire único.


Mina La Jayona, en Badajoz.

Las visitas guiadas recorren varias plataformas y galerías, con especial atención a la llamada Sala de las Columnas, donde la luz natural crea un ambiente mágico. Además de su interés geológico y paisajístico, la mina tiene un gran valor como espacio de biodiversidad. Muy cerca se encuentra también la ermita de la Virgen del Ara, llamativa por su estilo mudéjar y sus orígenes en 1494.

Cerro del Hierro (Sevilla)

En la Sierra Norte de Sevilla, el Cerro del Hierro combina minería, geología y naturaleza. Fue explotado desde época romana por su contenido en hierro, pero lo que hoy impresiona es el paisaje: un karst de agujas y corredores entre rocas calizas modelado por el agua y el hombre. Cuando la actividad minera cesó en 1985, quedó al descubierto este paisaje por el que hoy podemos caminar a nuestro aire. 


Cerro del Hierro, en Sevilla.

Hoy es Monumento Natural y, además de en coche, también se puede llegar en bici a través de la Vía Verde de la Sierra Norte. Por el camino aparecen túneles, pozos, vegetación rupícola y alguna que otra sorpresa, como la Casa de los Ingleses, recuerdo de los técnicos escoceses que trabajaron aquí en el XIX. El sendero principal permite adentrarse en el corazón del karst sin apenas dificultad.

Coto Minero de Arditurri (Gipuzkoa)

Las minas de Arditurri, en el Parque Natural de Aiako Harria, llevan más de 2.000 años perforando la montaña. Desde los romanos hasta 1984, cuando cesó la última explotación moderna, aquí se extrajo plomo, plata y otros minerales. El entorno fue recuperado para el turismo y hoy es uno de los referentes del patrimonio industrial vasco.


Coto Minero de Arditurri.

La visita comienza en el centro de interpretación Parketxe y continúa con una inmersión sensorial en sus galerías, donde luces y sonidos recrean distintas épocas de trabajo minero. Hay dos opciones: una visita básica, con recorrido de 180 metros, y otra más profunda, con 500 metros adicionales que permiten descubrir restos romanos y un paisaje subterráneo fascinante. Todo está pensado para viajar en el tiempo bajo tierra.

Parque Minero de Almadén (Ciudad Real)

Almadén presume de tener las minas más antiguas del mundo en activo hasta su cierre en 2003. Aquí se extrajo mercurio (el cinabrio rojo) desde tiempos remotos, y su producción llegó a suponer más del 35 % del mercurio mundial. No es casual que la UNESCO lo reconociera como Patrimonio de la Humanidad en 2012, junto con el yacimiento de Idrija, en Eslovenia.


Visita a las galerías de Almadén.

La visita al Parque Minero de Almadén comienza en el centro de interpretación y baja por el pozo de San Teodoro hasta 50 metros de profundidad, por una mina real del siglo XVI. También se pueden ver hornos del siglo XVIII, antiguos talleres, el Museo del Mercurio y hasta una ermita subterránea. El regreso se hace en vagonetas, como los mineros de antaño. Todo en un entorno de dehesas y monte mediterráneo.

Minas de Bellmunt del Priorat (Tarragona)

Bellmunt del Priorat fue el corazón minero del plomo en Cataluña. Su Mina Eugènia, con más de 14 km de galerías y 20 niveles, llegó a alcanzar los 620 metros de profundidad. La actividad fue intensa hasta los años 70 del siglo XX y hoy parte del conjunto ha sido recuperado como museo.


Visita en Bellmunt del Priorat.

La visita guiada en Bellmunt de Priorat permite bajar 35 metros en la mina y recorrer unos 700 metros de túneles restaurados. En el exterior se conservan la sala de máquinas, el lavadero, la fundición y otras instalaciones. También destaca la Casa de las Minas, un edificio modernista de 1905 que albergaba oficinas y laboratorios. Historia industrial en un entorno de viñas y paisaje mediterráneo.

Museo Minero de Escucha (Teruel)

A simple vista, Escucha es un pequeño pueblo turolense. Pero basta bajar 200 metros bajo tierra para descubrir que aquí hubo una mina de carbón que estuvo activa hasta 1968. En 2002 sus vecinos la recuperaron como museo y desde entonces se puede visitar tal cual era, con sus galerías originales y su “tajo” real.


Una mina real de carbón en Escucha (Teruel).

En el Museo Minero de Escucha la bajada se hace en vagoneta y el recorrido dura una hora, con guía. No hay simuladores: esto es una mina auténtica, con vigas, herramientas y muros de carbón que se pueden tocar. Un lugar ideal para entender cómo era el trabajo en las cuencas mineras, además de una experiencia educativa y emocional para todos los visitantes.