El ‘Camí de Ronda’: la ruta de senderismo más maravillosa para conocer la Costa Brava

El ‘Camí de Ronda’: la ruta de senderismo más maravillosa para conocer la Costa Brava

Antiguo sendero de vigilancia costera, hoy es uno de los recorridos más bonitos del litoral catalán

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Durante buena parte del siglo XX, el litoral abrupto de la Costa Brava fue recorrido a diario por patrullas de la Guardia Civil. Su misión: vigilar la frontera marítima y frenar el contrabando que floreció especialmente durante la posguerra.

Aquel sendero improvisado a base de caminos de cabras, escaleras rústicas y pasarelas precarias era conocido como el Camino de Ronda. Hoy, tras años de acondicionamiento y restauración, se ha convertido en una de las rutas de senderismo más espectaculares del Mediterráneo.

Es entendible que la gente que quiera realizar una larga caminata con sellos y pasaporte de viaje ponga su vista en el Camino de Santiago o, mucho más al sur, en el maravilloso Caminito del Rey. Pero el Camí de Ronda no tiene nada que envidiarles, es otra cosa, otra experiencia, otras vistas, otro tipo de senderismo.

Desde calas casi vírgenes hasta antiguos pueblos de pescadores, este itinerario que bordea acantilados con vistas al mar, conecta algunos de los tramos más icónicos de la provincia de Girona. Y lo mejor: es apto tanto para senderistas experimentados como para caminantes ocasionales.

Una ruta que respira historia

Los primeros tramos del Camí de Ronda se remontan al siglo XIX, pero fue en la España autárquica del franquismo cuando este camino adquirió verdadero protagonismo.

En los años 40 y 50, con el país sumido en el estraperlo y la carestía, estas rutas costeras eran estratégicas para controlar los movimientos ilegales de mercancías. Sin embargo, la corrupción y la connivencia con ciertas redes de contrabando hicieron que estas sendas, lejos de desaparecer, sobrevivieran.

Con el tiempo y la entrada de España en la Unión Europea, el Camí de Ronda perdió su función de vigilancia… pero ganó en valor turístico. En las últimas décadas se han rehabilitado muchos de sus tramos y hoy es un itinerario senderista de primer nivel.

Dos formas de recorrerlo: lineal o circular

El Camí de Ronda puede recorrerse de dos formas distintas:

Ruta lineal (43 km): de Sant Feliu de Guíxols a Begur, ideal para hacer en dos o tres días.
Ruta circular (140 km): una versión más larga que se adentra en el interior y permite combinar montaña y mar.

Para quienes quieran descubrir el litoral más genuino de la Costa Brava, la opción lineal es la más recomendable.

Una experiencia para los cinco sentidos

A lo largo del Camí de Ronda no solo se camina, se respira historia, se saborean paisajes y se descubre el alma de la Costa Brava más auténtica. Ya sea en primavera o en otoño —cuando el calor no aprieta y la afluencia es menor—, esta ruta permite redescubrir el litoral gerundense desde otra perspectiva, alejada del turismo masivo.

Y lo más importante: cada paso en el Camí de Ronda es una forma de reconectar con la naturaleza, con el mar y con una forma de viajar más lenta, más atenta y mucho más gratificante.