La carcajada nacional
Fue la carcajada popular ante la farsa representada y, cómo no, la sentencia absolutoria del fiscal general por falta de pruebas, dictada por otro improvisado jurado popular
El fiscal general del Estado debía ser absuelto. Porque nadie pudo acreditar su culpa. Porque nunca debió ser juzgado tras la infame y vacía instrucción realizada. Y porque acreditó que siempre fue inocente de cuanto se le acusaba.
Eso habría sido lo procedente en derecho. El problema es que la Sala S…